Para los periodistas, la Agenda Setting es un concepto más que conocido y familiar. Esta teoría fue acuñada por Maxwell McCombs y Donald Shaw a comienzos de la década de los 70 y plantea que los medios de comunicación masiva tienen una influencia poderosa en cómo vemos los asuntos públicos, jugando un rol determinante sobre qué temas están en el centro de la atención pública.
Esta teoría logró demostrar que las audiencias califican o reputan la importancia de un tema determinado en base a la frecuencia y profundidad con que este asunto es cubierto y transmitido por los medios. Básicamente, nos entregaría los temas prioritarios para los medios -con intereses de por medio- y no únicamente información o una amplia gama de hechos que, efectivamente, ocurren en nuestras sociedades.
Desde que se desarrolló la teoría, nuevas plataformas masivas han surgido, generando una nueva fuente de información que puede entregar temas o marcar otros en los medios tradicionales. No obstante, vemos que -de igual manera- tanto en éstos como en los medios sociales, continúan predominando los mismos actores y temáticas. Finalmente, esta agenda sigue actuando.
Pero existe una particularidad respecto a estas plataformas sociales. Hemos evidenciado que son el lugar indicado para entregar información de dudosas fuentes, fragmentadas o -simplemente- falsas. Lamentablemente, este contenido sí tiene la capacidad de influir no sólo a aquellos que interactúan en ellas, sino que también en medios profesionales y sus audiencias.
Un senador de la República compartiendo un video del año 2020, modificado y contextualizado a conveniencia. La eliminación de los emblemas patrios en el borrador de una nueva Constitución. La foto de un candidato presidencial en una inundación trucada para hacer parecer que estaba en medio de una protesta. Éstas han sido sólo algunas de las noticias falsas o fake news que hemos conocido que se instalaron como noticias en el último tiempo.
No olvidemos que los medios de comunicación son propiedad de grupos económicos y de poder determinados, por lo que siempre existirán intereses en ellos respecto a las temáticas a instalar. Sin embargo, debemos ser responsables a la hora de consumir esa información, contrastarla y verificarla. No olvidemos que el rol pasivo de las audiencias -con las nuevas plataformas y fuentes de información- ya no es tal. En este sentido, la mirada y el análisis crítico de las mismas resulta fundamental, sobre todo en momentos de definiciones como el que actualmente vivimos en nuestro país.
Betsabé Flores M.
Directora GreenCom