Contar con un plan de comunicación y marketing es fundamental para cualquier sector. Recordemos que este documento es la hoja de ruta, que recoge las acciones que vamos a llevar a cabo durante el año, incluso cuando el escenario futuro pueda parecer incierto o confuso.
Una de las principales ventajas de contar con un plan de comunicación anual es su utilidad, ya que nos va a permitir conocer con antelación hacia dónde nos dirigimos, qué acciones vamos a realizar y los recursos que vamos a destinar.
La información que recoge el plan de comunicación también nos permitirá disponer de información para analizar y reflexionar sobre las acciones realizadas; saber si fueron efectivas o no, y crear nuevas propuestas que nos puedan ayudar en un futuro.
Atrás dejamos dos años repletos de cambios y novedades que ya marcan un antes y un después también en el sector de la comunicación, herramienta fundamental y transversal para que un proyecto sea visible.
La crisis sanitaria, económica y social nos ha obligado a hacer cambios inesperados, experimentar con nuevos formatos pero, sobre todo, a ser expertos en gestión de crisis. Algunos de los cambios que se han producido como el nuevo formato de trabajo o la manera de relacionarnos con nuestra audiencia van a estar presente durante el 2023, motivo suficiente para que la experiencia vivida y el nuevo conocimiento de la realidad la incorporemos a nuestro plan de comunicación anual. Dejar una puerta abierta a la rápida adaptación y a la modificación de algunas de las acciones previstas y contemplar un plan B en nuestra hoja de ruta puede ser una buena opción para sobrevivir a esta nueva normalidad.
Tener en cuenta las tendencias en comunicación y marketing siempre serán relevantes para nuestro plan anual de acciones, y si todavía no lo hemos hecho, es momento de echar un vistazo a algunos de los cambios que se han producido y que, posiblemente, seguirán evolucionando durante un largo tiempo: teletrabajo y digitalización.
Muchas empresas han tenido que adaptarse y modernizar sus propios procesos internos en formato tecnológico para poder trabajar desde casa; los eventos presenciales, en su mayoría, han sido celebrados en formato reducido para ser adaptados a la normativa sanitaria de cada lugar, y adquiriendo un papel relevante los eventos híbridos.
Asimismo, deberíamos revisar nuevamente el uso de las redes sociales para decidir que canales son los idóneos para relacionarnos con nuestro público objetivo porque no necesariamente hay que estar presente en todos, la tónica debería ser la de poner orden y ver qué redes son las mejores para uso de cada marca. La información, el contenido y los mensajes siguen teniendo el papel principal y de valor para seguir comunicando, y por supuesto trabajar la creatividad para ofrecer la mejor versión y experiencia a nuestro público no pueden faltar.
Todos estos aspectos definen la tendencia para este año. Contemplarlos y tenerlos en cuenta en la definición de nuestro plan de comunicación; planificación, acción y contar con un buen equipo de trabajo.
Fuente: Agencias de Comunicación
