Siempre es fácil escribir, pensar y crear para otros, pero no para nosotros mismos. Esa fue una constante de los tres primeros años de vida de GreenCom: seguir el refrán de “en casa de herrero, cuchillo de palo”, cosa que suele suceder en las agencias de comunicaciones pequeñas como la nuestra. Entre el post, la gestión de prensa, el comunicado, el clipping, el sitio web, el reporte… el tiempo se va rápidamente.
Hoy, ad portas de cerrar el cuarto año de este emprendimiento, puedo decir que hemos tenido un gran aprendizaje en ese sentido: el ser y parecer. No podíamos pedir a nuestros clientes que hicieran acciones si nosotras mismas no las estábamos desarrollando. Predicar con el ejemplo es otro dicho que se ajusta a esta situación. Aunque es algo difícil de lograr, por la falta de tiempo, por no reventar al equipo y por miles de razones más.
Este 2022 lo logramos y fuimos consistentes en nuestra comunicación como empresa del área, en base a una planificación anual y a la participación y el compromiso del equipo. Si bien aún hay aspectos que ajustar, vamos bien encaminadas en lo que queremos conseguir.
Parte importante de ese logro fue entender que una sola persona no puede hacer todo. Las emprendedoras solemos creernos súper héroes y queremos y hacemos todo, en algún momento de nuestros desarrollos, pero no es algo que podamos -ni debamos hacer eternamente-. Por una parte, es muy necesario aprender a delegar y, por la otra, aprender a hacer equipo, con uno mismo y con las personas que hemos elegido para ello.
La creatividad de un equipo, el dar soluciones de manera simple a las necesidades, puede facilitarnos la vida y ser de gran ayuda para los enfoques estratégicos. Y no solamente para nuestros emprendimientos, sino que también para los clientes que asesoramos.
Así, al menos, lo hemos vivenciado en GreenCom, donde estamos comprometidas con las personas, para entregarun servicio de calidad, personalizado y humano, pensando en el posicionamiento estratégico de nuestros clientes, desde una perspectiva de respeto.
Por esto, es necesario contar con buenos equipos, para poder enfrentar las crisis de cualquier tipo. Eso es lo que hemos intentado desde el día uno y lo que nos ha dado más resultado. El contrastar ideas y la colaboración son claves.
Hoy, puedo decir con orgullo que tenemos un equipo de cuatro mujeres, más diversos colaboradores externos. A todos ellos, va mi reconocimiento y agradecimiento por su compromiso con esta pequeña empresa que ha llegado a los cuatro años.
Enfrentemos con optimismo y creatividad este 2023.
¡Felicidades a todos y todas!